Baltasar Martínez Durán (1847-1947): A Loja

Baltasar Martínez Durán (Granada, 1847–Madrid, 1883) funda El Genil (semanario de literatura), cuyo primer número sale el 5 de octubre de 1873, tras una estancia en Loja. Dirección artística: Emilio de la Plaza.

En El Genil publica su poema «A Loja».

Fue amigo del padre Jiménez Campaña, porta escolapio, que escribirá el prólogo póstumo a sus Obras poéticas de Don baltasar Martínez Durán, precedidas de un prólogo por D. Francisco Jiménez Campaña. Publicadas y coleccionadas por D. Adoración Martínez-Herrero Durán. Composiciones inéditas. Primera colección. Granada, Imprenta de López Guevara, 1885.

Emilio de la Plaza: «Memorias de un viaje a la costa occidental de África» (1873-1874)

Autor de unas extravagantes Memorias de un viaje a la costa occidental de África. Publicó 9 entregas en El Genil, semanario de literatura de Baltasar Martínez Durán y del que era director artístico.

Entre 30 noviembre 1873 (nr. 9) y 28 febrero 1874 (nr.20), fecha en que de hecho acabó El Genil a pesar de que se cuenta en dicho número que Emilio de la Plaza piensa continuar la revista en Madrid con el nombre de El Andaluz.

9 / 30.11.1873. 34-36.
11 / 14.12.1873. 43-44.
13 / 7.01.1874.51-52.
14 / 21.01.1874, 71-72.
17 /7.02.1874. 71-72
18 / 14.02.1874. 79-80
19 / 21.02.1874, 86-88
20 / 28.02.1874, 95-96.

Es relato marinero, folletinesco y conradiano.

Los Toro y Gisbert, lexicógrafos

Miguel de Toro y Gisbert (Madrid, 1880-1966) fue un pionero de la lexicografía dialectal hispanoamericana y específicamente andaluza. Nació en el seno de una familia remaneciente de Loja, provincia de Granada) trasladada a París. En París 1 se formó (doctor en Letras con la tesis L´évolution de la langue espagnole en Argentine, 1927 2) y trabajó como lexicógrafo para la editorial Larousse casi toda su vida. Aprendió del buen oficio de su padre, Miguel de Toro y Gómez (Loja, 1851-Buenos Aires, 1922), también destacado lexicógrafo de la casa Garnier y Larousse, aunque sobre su vida y obra faltan estudios.

Los Toro, padre e hijo, se insertan en la tradición francesa de lexicógrafos y gramáticos españoles, al estilo de Vicente Salvá, Núñez Taboada o Elías Zerolo. Su prestigio y experiencia les reservó un lugar destacado entre aquellos lexicógrafos que, en una etapa incomparable de la bohemia finisecular parisina, contribuyeron al esplendor de la lexicografía española.

Se le recuerda especialmente por su «Voces andaluzas (o usadas por autores andaluces) que faltan en el Diccionario de la Academia Española» (Revue Hispanique, XLIX, pp. 313-647). Toro y Gisbert busca reproducir la realidad sociodialectal (meridional), a partir de las fuentes primarias, sin invenciones ni alteraciones o deturpaciones lingüísticas. La fuente de corpus principal consiste en 50 obras literarias, que despojó «personalmente»: Machado y Álvarez (Demófilo), Estébanez Calderón, Fernán Caballero, Juan Valera, Ángel Ganivet, los Álvarez Quintero, Arturo Reyes 3. Lo encuentro autoridad perfecta cuando pone en boca de sus personajes voces nada neológicas como churretoso, gurripato, pavero, majoma, chambeles, cañaduz, acansinado, hondilón, jachares, gachó, de chipé, etc. (Toro y Gisbert, 1920: 314).], Cristóbal de Castro, Javier de Burgos, Pío Baroja, A. Palacio Valdés, Miguel de Unamuno y Ricardo Palma. Hay en todas estas obras literarias una intención estética subyacente al costumbrismo lingüístico y ambiental de Andalucía, por lo que la recreación artística del entorno puede llegar a modificar el anhelado realismo sociolingüístico y falsear las imágenes dialectales. En cada caso, el escritor habrá seleccionado con criterios estéticos las voces andaluzas para lograr la originalidad literaria.

Tuvo también en cuenta fuentes primarias: “He agregado un número bastante grande de voces recogidas por mí en la conversación familiar con mis padres, nacidos en la provincia de Granada, y con algunos parientes de la misma Granada o de otras comarcas andaluzas” (1920: 314). Tuvo la asesoría lingüística de un joven autor que aquellos días (1919-1920) estaba comenzando a redactar en París su Don Segundo Sombra (concluida y publicada en 1926). En efecto, bajo la referencia bibliográfica de Ricardo Güiraldes, Toro confesó la deuda científica contraída con el “escritor argentino”, porque de él había “recibido utilísimas indicaciones verbales” (p. 644) 4.

Otras obras son Por la cultura y por la raza (París, Sociedad de Ediciones Literarias y Artísticas, Librería Paul Ollendorff, 1908); Tesoro de la lengua española (1911); Ortología castellana de nombres propios (París, 1911); Vocabulario andaluz (inédito); Apuntaciones lexicográficas (París, Ollendorff).
Hizo traducciones de autores mediocres como Alfred Capus (1910), Claude Ferrère, etc.

Bibliografía
ÁLVAREZ DE MIRANDA, P. (2004), “La aspiración al «Diccionario total»: un fragmento del Diccionario general de la lengua española (c. 1933), de Miguel de Toro y Gisbert”, en Actas del IV Congreso de la Sociedad Española de Historiografía Lingüística (La Laguna, Sta. Cruz de Tenerife, 22 a 25 de octubre de 2003), Madrid, Arco Libros, pp. 221-236.
Estudio de Manuel Galeote (Universidad de Málaga).

  1. Entre las figuras que concurrían con los Toro en los ambientes parisinos se hallaban Ricardo Güiraldes, Gómez Carrillo o Rufino J. Cuervo, para quien escribió una Introducción a las póstumas Disquisiciones sobre filología española (1937). Cuervo había sido en vida el prologuista de la Ortología castellana de nombres propios (1911).
  2. Un lustro más tarde hizo una segunda tesis: Un fragmento del diccionario general de la lengua española, obra sumamente rara que aspira al incremento sistemático de voces para un diccionario con pretensiones de exhaustividad. Toro y Gisbert conocía muy bien todos los diccionarios existentes sobre el español.
  3. Para no citar aquí más que un ejemplo, El Lagar de la Viñuela, de Arturo Reyes, me ha suministrado más de trescientas papeletas […
  4. Los Güiraldes viajaron a Europa (a Francia) en 1919 y en enero de 1920 comenzó a escribirse en París Don Segundo Sombra (Güiraldes, 1997: xxiii y ss.; 288)

Los Benegasi, regidores perpetuos de Loja

Francisco Antolín Benegasi y Luján (Arenas de San Pedro, 1656 – Milán, 1742), fue un poeta y comediógrafo español, regidor perpetuo de Loja. Tercer nieto del caballero Vivaldo Bengasi, embajador de la República de Génova en la corte de Felipe II. Seguidor de Lobo y Villarroel. Autor de sainetes contra la superstición, a lo Feijoo. Reunía en su casa a los mejores poetas de Madrid, con academia dos veces por semana; así lo cuenta (20 de agosto de 1745) don Ignacio de Loyola, Marqués de Olmeda, en la «aprobación» de sus Obras líricas joco-serias (1745).

Poesías líricas y jocoserias (1743). Con aprobación del marqués de Olmeda. Hay unas seguidillas enviadas a una dama, con un «regalo que llamaban del zapato, compuesto de un reloj de diamantes, una frasquera de plata, un castillo de lo mismo, una caja de tabaco y una bandeja de filigrana.». También una décima: «En el mismo día en que su majestad mandó dar un coche al autor, se le murió a éste una hija de poco tiempo; y pidiendo al tesorero para el entierro, le envió esta décima». Que si la niña sabe que hay coche, resucitará.
Papel nuevo. Benegasi contra Benegasi (1760)
Comedia (que no lo es) burlesca intitulada “Llámenla como quisieren”. Su autor ella lo dirá. Se hallará donde la encuentren, y será en la Imprenta y Librería de Juan de San Martín, calle del Carmen, donde se hallarán otros papeles curiosos escritos por el mismo autor, en Madrid, con todas las licencias necesarias, [¿Juan de San Martín?], s. a.
El zahorí (entremés). Un bellaco embaucador intenta tomar a unos pueblerinos abusando de su credulidad.
Sainetes y bailes. Con prólogo de su hijo, en el que dice que «fue liberal, y tanto, que no fue liberal», y que tocaba el arpa, montaba a caballo, cazaba…

Casado con doña Ana Peralta de Irigoyti, con la que tuvo a (Fray) José Joaquín Benegasi y Luján (Madrid, 1707-1770) fue poeta y dramaturgo, más fecundo y audaz que su padre. Magistrado, entró en religión en 1763. Fue amigo del marqués de la Ensenada y de los duques de Arcos. Era clasista y deploraba la confusión de la época en carta poética al marqués de Villena. Pero era populachero y se mezclaba con la plebe, cultivaba la poesía vulgar y llana: una nevada, un atropello de asnos, una picadura de chiche a su criada, el estornudo de una señora, unas goteras. Le encantaba describir las enfermedades y cuanto más repugnantes, mejor. (fluxión, sarna, reumatismo, almorranas). Su musa asquerosa y casera llenó voluminosas colecciones que tuvo el atrevimiento de imprimir. Tenía su público lamentable.

El hijo era poeta también y en sus primeros poemas recogidos en Poesías líricas y jocoserias (1743) incluye un «Le mandó a una señora la informase en verso de qué posesiones se componía su mayorazgo; y obedeciendo, respondió de repente en la siguientes endechas». Dice

En Loja poseo,
cortijos y huertas:
Andaluces, ellos,
andaluzas, ellas.

En las Obras métricas a distintos asuntos, así serios como festivos (s. a.) hay una descripción de Loja.

Dice que tiene en Loja una casa de época de los moros, muy antigua y que le dicen que visite el pueblo pero él dice que no le gusta andar en caminos. En efecto, Benegasi era propietario, por ejemplo, de la Torre de las Almenas en Loja. En 1608 eran de Juan del Rosal Luna, pero su único descendiente fue José Benegasi. Así figura en el Libro se apeos (1753), donde se le dice «vecino de Madrid». Estaban estas propiedades en la Alcazaba. Lindaban con las casas de Pedro del Rosal.
En 1794 los Benegasi aún poseían casas en la Alcazaba. Y en 1802 están «frente a la torre que cae hacia la Plaza Nueva» Cf. Noticias históricas de Loja.

Francisco Jiménez Campaña (1850-1916)

Francisco Jiménez Campaña (Loja (Granada) 23-5-1850, Madrid 18-2-1916). Vistió el hábito calasancio en 1866, profesando en 1871. Enseña en Archidona (Málaga), Madrid, Celanova (Orense), Alcalá, Granada y finalmente en San Fernando (1890). Como orador era solicitado de todas partes para las grandes solemnidades. Como poeta cultiva sobre todo el romance, en el que pocos le han aventajado. La Real Academia de la Lengua Española le nombra miembro correspondiente. Supo acomodarse bien al prosaísmo de la escuela y a la pobreza ordinaria de la vida religiosa. Tiene dedicada una estatua en Loja. Muere a los 68 años.

Obras
Jiménez Campaña, F.: «Divina institución de las Escuelas Pías», Mens Cat, 99 (1918) 6-7.
Jiménez Campaña, F.: «El Doctor Calasanz en el polvo de las escuelas», Certamen científico-literario nacional celebrado por la Academia Calasancia de las Escuelas Pías de Barcelona en honor de San José de Calasanz en 13 de noviembre de 1898, J. Roma y Cia, Barcelona, 1899, p. 169-172,
Jiménez Campaña, F.: «Panegírico de N. S. P. José de Calasanz», Panegíricos y discursos, Impr. Moderna, Madrid, 1903, pp. 177-191
Jiménez Campaña, F.: Romancero de San José de Calasanz de la Madre de Dios insigne fundador de las Escuelas Pías, Madrid, 1909
Obras en Enciclopedia Escolapia
Tradiciones granadinas. Madrid, Huérfanos 1891
Canto al juicio universal. Madrid, Dubrull 1891
Sermón sobre la Reconquista de Granada. Madrid, San Francisco de Sales 1894
Gritos de victoria o triunfos de la religión y de la patria, Madrid 1894
Romancero de Santa Teresa de Jesús. Madrid, Ribadeneira 1898
Héroes y mártires de nuestras últimas guerras coloniales. Madrid 1900
Panegíricos y discursos originales. Madrid, Moderna 1903
Sermones sobre los dolores y gozos del Patriarca San José
Novena dolorosa de la Santa Virgen. Madrid, Del Amo 1905
Discurso de la distribución de premios en el Instituto de San Isidro. Madrid, Gaceta 1906
Canto a la muerte. Salamanca, Calatrava 1907
Cancionero del dolor. Madrid, Apalategui 1907
Romancero de San José de Calasanz. Madrid, Fuentenebro 1909
El Cabo Noval, episodio trágico de la guerra de Melilla. Madrid 1909
El libro de las veladas. 1912
Escritos de Victoria. Madrid, Vda. de M. Minuesa 1894
Artículos en revistas como: ReC, AcC, Eph, HoC, El Mensajero católico, PiL, etc.

Cayetano del Castillo Tejada

Cayetano del Castillo Tejada (Loja, 1864-Granada, 1933) poeta, prosista y pedagogo. Quizá de Málaga. Empezó su carrera política en la Revista de Loja. Pasó a Granada a estudiar en la Universidad. Publicó en periódicos de Granada y en La Ilustración Espanola y americana.

Libros: Dedicatorias. Colección de poesías (Granada, Hospital de Santa Ana, 1893). Escribió la zarzuela Rodríguez (con Gálvez Durán), el monólogo dramático El mejor triunfo y un libro sobre Fray Luis de Granada (Gr. Imprenta del defensor, 1889). Autor del poema «Los dos genios», sobre el descubrimiento de América.

José María de Campos y Pineda

José María de Campos y Pineda (casado con Rosa Manuela Mateos Sweertz) fue capitán de infantería y regidor perpetuo de Loja. Destacan unos Consejos que dexa escritos un padre para sus hijos (Facultad de Letras de Sevilla, Caja 4 (36). Obra en verso que sigue a Horacio. 16 páginas publicadas en Málaga, Félix de Casas, s.a.

Suya es también una Descripción métrica del suntuoso aparato Regio Aparato con que la M. N. y L. Ciudad de Loxa executó la proclamación de su Rey y señor D. Carlos de Borbón IV (Málaga, Imprenta de la Dignidad Episcopal, 1789, 15 páginas) de fiestas en Loja en honor de Carlos IV el 25 de enero de 1789. Está en la Biblioteca Municipal de Málaga.

Martín Angulo y Pulgar (Granada, 1594)

Martín Angulo y Pulgar (Granada, 1594) fue un poeta gongorino que en 1645 publica Epitafios. Oda Centón, Anagramma: para las Exequias a la Serenísimma Reyna de las Españas Doña Ysabel de Borbón en la ciudad de Loja 22 de noviembre de 1644 (1645).

En 1635 publica en Granada unas Epístolas satisfactorias, una defensa de Góngora frente a Cascales con motivo de la polémica suscitada por las Soledades. En 1638 publica en Sevilla una Égloga fúnebre a D. Luis de Góngora de versos entresacados de sus obras (Sevilla, Simón Fajarda, 1638, R-31-255, Hospital Real de Granada). De él se ocupa Gerardo Diego en el centenario de Góngora y Dámaso Alonso.

Andrés de Barrionuevo Montiel

Andrés de Barrionuevo Montiel. Espejo de Sacerdotes, en que se ven las Ceremonias de Missa rezada, y solemne, con otras curiosidades conformes al missal de Clemente VIII. y Paulo V. de felice recordacion (Sevilla, 1625). Ampliación de su anterior De la misa rezada.

Montiel estudió teología y cánones en el Colegio del Sacromonte. Se retiró a Loja para continuar lecturas y estudios. Fue comendador del Santo Oficio, Vicario y Beneficiado de Loja. Fomentó la construcción del Convento de la Santa Cruz. Hay una lápida en la Capilla de Narváez que lo elude.