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Baltasar Martínez Durán (1847-1947): A Loja

Baltasar Martínez Durán (Granada, 1847–Madrid, 1883) funda El Genil (semanario de literatura), cuyo primer número sale el 5 de octubre de 1873, tras una estancia en Loja. Dirección artística: Emilio de la Plaza.

En El Genil publica su poema «A Loja».

Fue amigo del padre Jiménez Campaña, porta escolapio, que escribirá el prólogo póstumo a sus Obras poéticas de Don baltasar Martínez Durán, precedidas de un prólogo por D. Francisco Jiménez Campaña. Publicadas y coleccionadas por D. Adoración Martínez-Herrero Durán. Composiciones inéditas. Primera colección. Granada, Imprenta de López Guevara, 1885.

Los Benegasi, regidores perpetuos de Loja

Francisco Antolín Benegasi y Luján (Arenas de San Pedro, 1656 – Milán, 1742), fue un poeta y comediógrafo español, regidor perpetuo de Loja. Tercer nieto del caballero Vivaldo Bengasi, embajador de la República de Génova en la corte de Felipe II. Seguidor de Lobo y Villarroel. Autor de sainetes contra la superstición, a lo Feijoo. Reunía en su casa a los mejores poetas de Madrid, con academia dos veces por semana; así lo cuenta (20 de agosto de 1745) don Ignacio de Loyola, Marqués de Olmeda, en la «aprobación» de sus Obras líricas joco-serias (1745).

Poesías líricas y jocoserias (1743). Con aprobación del marqués de Olmeda. Hay unas seguidillas enviadas a una dama, con un «regalo que llamaban del zapato, compuesto de un reloj de diamantes, una frasquera de plata, un castillo de lo mismo, una caja de tabaco y una bandeja de filigrana.». También una décima: «En el mismo día en que su majestad mandó dar un coche al autor, se le murió a éste una hija de poco tiempo; y pidiendo al tesorero para el entierro, le envió esta décima». Que si la niña sabe que hay coche, resucitará.
Papel nuevo. Benegasi contra Benegasi (1760)
Comedia (que no lo es) burlesca intitulada “Llámenla como quisieren”. Su autor ella lo dirá. Se hallará donde la encuentren, y será en la Imprenta y Librería de Juan de San Martín, calle del Carmen, donde se hallarán otros papeles curiosos escritos por el mismo autor, en Madrid, con todas las licencias necesarias, [¿Juan de San Martín?], s. a.
El zahorí (entremés). Un bellaco embaucador intenta tomar a unos pueblerinos abusando de su credulidad.
Sainetes y bailes. Con prólogo de su hijo, en el que dice que «fue liberal, y tanto, que no fue liberal», y que tocaba el arpa, montaba a caballo, cazaba…

Casado con doña Ana Peralta de Irigoyti, con la que tuvo a (Fray) José Joaquín Benegasi y Luján (Madrid, 1707-1770) fue poeta y dramaturgo, más fecundo y audaz que su padre. Magistrado, entró en religión en 1763. Fue amigo del marqués de la Ensenada y de los duques de Arcos. Era clasista y deploraba la confusión de la época en carta poética al marqués de Villena. Pero era populachero y se mezclaba con la plebe, cultivaba la poesía vulgar y llana: una nevada, un atropello de asnos, una picadura de chiche a su criada, el estornudo de una señora, unas goteras. Le encantaba describir las enfermedades y cuanto más repugnantes, mejor. (fluxión, sarna, reumatismo, almorranas). Su musa asquerosa y casera llenó voluminosas colecciones que tuvo el atrevimiento de imprimir. Tenía su público lamentable.

El hijo era poeta también y en sus primeros poemas recogidos en Poesías líricas y jocoserias (1743) incluye un «Le mandó a una señora la informase en verso de qué posesiones se componía su mayorazgo; y obedeciendo, respondió de repente en la siguientes endechas». Dice

En Loja poseo,
cortijos y huertas:
Andaluces, ellos,
andaluzas, ellas.

En las Obras métricas a distintos asuntos, así serios como festivos (s. a.) hay una descripción de Loja.

Dice que tiene en Loja una casa de época de los moros, muy antigua y que le dicen que visite el pueblo pero él dice que no le gusta andar en caminos. En efecto, Benegasi era propietario, por ejemplo, de la Torre de las Almenas en Loja. En 1608 eran de Juan del Rosal Luna, pero su único descendiente fue José Benegasi. Así figura en el Libro se apeos (1753), donde se le dice «vecino de Madrid». Estaban estas propiedades en la Alcazaba. Lindaban con las casas de Pedro del Rosal.
En 1794 los Benegasi aún poseían casas en la Alcazaba. Y en 1802 están «frente a la torre que cae hacia la Plaza Nueva» Cf. Noticias históricas de Loja.

Francisco Jiménez Campaña (1850-1916)

Francisco Jiménez Campaña (Loja (Granada) 23-5-1850, Madrid 18-2-1916). Vistió el hábito calasancio en 1866, profesando en 1871. Enseña en Archidona (Málaga), Madrid, Celanova (Orense), Alcalá, Granada y finalmente en San Fernando (1890). Como orador era solicitado de todas partes para las grandes solemnidades. Como poeta cultiva sobre todo el romance, en el que pocos le han aventajado. La Real Academia de la Lengua Española le nombra miembro correspondiente. Supo acomodarse bien al prosaísmo de la escuela y a la pobreza ordinaria de la vida religiosa. Tiene dedicada una estatua en Loja. Muere a los 68 años.

Obras
Jiménez Campaña, F.: «Divina institución de las Escuelas Pías», Mens Cat, 99 (1918) 6-7.
Jiménez Campaña, F.: «El Doctor Calasanz en el polvo de las escuelas», Certamen científico-literario nacional celebrado por la Academia Calasancia de las Escuelas Pías de Barcelona en honor de San José de Calasanz en 13 de noviembre de 1898, J. Roma y Cia, Barcelona, 1899, p. 169-172,
Jiménez Campaña, F.: «Panegírico de N. S. P. José de Calasanz», Panegíricos y discursos, Impr. Moderna, Madrid, 1903, pp. 177-191
Jiménez Campaña, F.: Romancero de San José de Calasanz de la Madre de Dios insigne fundador de las Escuelas Pías, Madrid, 1909
Obras en Enciclopedia Escolapia
Tradiciones granadinas. Madrid, Huérfanos 1891
Canto al juicio universal. Madrid, Dubrull 1891
Sermón sobre la Reconquista de Granada. Madrid, San Francisco de Sales 1894
Gritos de victoria o triunfos de la religión y de la patria, Madrid 1894
Romancero de Santa Teresa de Jesús. Madrid, Ribadeneira 1898
Héroes y mártires de nuestras últimas guerras coloniales. Madrid 1900
Panegíricos y discursos originales. Madrid, Moderna 1903
Sermones sobre los dolores y gozos del Patriarca San José
Novena dolorosa de la Santa Virgen. Madrid, Del Amo 1905
Discurso de la distribución de premios en el Instituto de San Isidro. Madrid, Gaceta 1906
Canto a la muerte. Salamanca, Calatrava 1907
Cancionero del dolor. Madrid, Apalategui 1907
Romancero de San José de Calasanz. Madrid, Fuentenebro 1909
El Cabo Noval, episodio trágico de la guerra de Melilla. Madrid 1909
El libro de las veladas. 1912
Escritos de Victoria. Madrid, Vda. de M. Minuesa 1894
Artículos en revistas como: ReC, AcC, Eph, HoC, El Mensajero católico, PiL, etc.

Cayetano del Castillo Tejada

Cayetano del Castillo Tejada (Loja, 1864-Granada, 1933) poeta, prosista y pedagogo. Quizá de Málaga. Empezó su carrera política en la Revista de Loja. Pasó a Granada a estudiar en la Universidad. Publicó en periódicos de Granada y en La Ilustración Espanola y americana.

Libros: Dedicatorias. Colección de poesías (Granada, Hospital de Santa Ana, 1893). Escribió la zarzuela Rodríguez (con Gálvez Durán), el monólogo dramático El mejor triunfo y un libro sobre Fray Luis de Granada (Gr. Imprenta del defensor, 1889). Autor del poema «Los dos genios», sobre el descubrimiento de América.

Andrés de Barrionuevo Montiel

Andrés de Barrionuevo Montiel. Espejo de Sacerdotes, en que se ven las Ceremonias de Missa rezada, y solemne, con otras curiosidades conformes al missal de Clemente VIII. y Paulo V. de felice recordacion (Sevilla, 1625). Ampliación de su anterior De la misa rezada.

Montiel estudió teología y cánones en el Colegio del Sacromonte. Se retiró a Loja para continuar lecturas y estudios. Fue comendador del Santo Oficio, Vicario y Beneficiado de Loja. Fomentó la construcción del Convento de la Santa Cruz. Hay una lápida en la Capilla de Narváez que lo elude.

Pío Baroja: «Las furias» (1921)

Las Memorias de un hombre de acción es el título general de un ciclo de 22 novelas históricas compuesto por el novelista español Pío Baroja en torno a la figura de su antepasado, el conspirador y aventurero liberal y masón Eugenio de Aviraneta (1792-1872), e impreso entre 1913 y 1935.

Es un ciclo comparable a los 46 Episodios nacionales de Benito Pérez Galdós y aproximadamente sobre el mismo periodo histórico, aunque el escritor canario escribió algo más del doble de títulos que el escritor vasco. Baroja no sigue un orden cronológico y, aunque se documentó con tanto rigor como el propio Galdós, revolviendo incluso numerosos archivos para encontrar documentación sobre ese pariente lejano de su madre, el conjunto aparece como informe, revuelto y desordenado. Esta documentación se perdió durante la Guerra Civil cuando su casa en Madrid fue bombardeada.

En Las furias (1921) hay un capítulo titulado «Flor entre espinas» que tiene lugar en el verano de 1865 se cuentan varias anécdotas de Narváez, al que Aviraneta dice haber conocido en 1834 como miembro de una sociedad secreta liberal.

José de Cobaleda (c. 1604-1663)

La obra poética del regidor perpetuo de Loja, José de Cobaleda y Aguilar (c. 1604-1663) aún permanece sumida si no en el más completo olvido, en la penumbra de la indiferencia, a pesar de los diversos asedios críticos que se han ocupado de algunas facetas de la misma. De la vida de este ingenio granadino, hoy casi desconocido, de sus circunstancias y de sus líneas directrices, aparte de los escuetos datos que Ángel Pariente resumiera en 1987, poco más se puede decir:

José de Cobaleda y Aguilar (h. 1600-1657). Nacido probablemente en el pueblo granadino de Loja, de cuya ciudad fue regidor perpetuo. Es poeta de clara influencia culterana. Sus poemas están contenidos en el manuscrito 4.126 de la Biblioteca Nacional de Madrid, aún inéditos, salvo los publicados por Francisco Serrano Castilla […].

En efecto, la recuperación de la obra de este ingenio menor de la Andalucía barroca llegó de la mano de Serrano Castilla, autor de varios ensayos breves —bastante superficiales— sobre la obra del poeta lojeño. La citada gavilla de estudios aparecía dedicada a quienes él consideraba sus maestros: Emilio Orozco Díaz, cuyo magisterio reconoce en el ensayo de apertura, Emilio Alarcos Llorach, y otros. El latinoamericanista y experto en literatura del siglo xix Benito Varela Jácome compuso, para el primero de tales asedios ―que iba dedicado, justamente, a Emilio Orozco Díaz―, un prólogo bastante elogioso. No carece de interés encontrar, en aquellas páginas liminares, la identificación del «acendrado menéndezpelayismo» del crítico y editor, es decir, su gran conocimiento de la obra del maestro de maestros, Marcelino Menéndez Pelayo. Tal detalle no resulta baladí, ya que permite vislumbrar desde qué ladera iba a valorar la obra de Cobaleda y Aguilar, manifiestamente impregnada del estilo culto de signo gongorino, un estilo oscuro que le causaba poco o ningún agrado al estudioso decimonónico. 1

En su bosquejo biográfico, Serrano Castilla mencionaba también, apoyándose en Pérez de Guzmán, las estancias de José de Cobaleda «en Écija, Alhama, Jaén, Arjonilla, Granada, Córdoba y otras partes», así como su participación, de joven, en el túmulo poético de 1624 en honor al padre del Conde-Duque de Olivares. Por otro lado, el crítico falangista evocaría también la presencia de varias composiciones de un tal José de Cobaleda en las justas poéticas por el nacimiento de Carlos II, en 1661, para luego descartar la posibilidad de que pudiera tratarse de nuestro poeta oriundo de Loja.

Inmaculada Osuna ha contribuido a renovar el conocimiento de la poesía de José de Cobaleda, mostrando en especial la importancia de otro testimonio manuscrito, amén del 4.126 ―que a F. Serrano Castilla le sirvió de fuente única para sus investigaciones y que proyectaba editar―: el ms. 90-V1-9 de la Fundación Bartolomé March, signado anteriormente como Ms. 69 de la biblioteca granadina de los Duques de Gor, en la que se había custodiado hasta 19628. Este códice recoge, en efecto, buena parte de la obra de Cobaleda, así como la de otros dos ingenios granadinos de los mismos años: Sancho de Vargas y Varela y Sebastián Antonio de Gadea y Oviedo. Al haberse realizado expresamente, en 1685, para don Pedro Verdugo, hijo del primer Conde de Torrepalma, este manuscrito granadino puede considerarse un testimonio de capital importancia para la lírica del autor. En ese mismo trabajo, la profesora Osuna avanzaba una hipótesis interesante: según sus estimaciones se trataría, con el ms. 4.126 de la BNE, de una «recopilación [que] responde verosímilmente a un concepto de “obras completas”». La raccolta correspondería a un «fallido intento de publicación póstuma de sus obras en 1665, poco después de su muerte»11. En definitiva, la copia del ms. 90-V1-9 de la Fundación Bartolomé March, fechada «a 25 de septiembre de 1685», así como la posterior publicación de un pliego que recoge únicamente el texto del Panegírico a Carlos V del propio Cobaleda, opúsculo impreso probablemente en el año 1697, demuestran el sostenido interés hacia la obra del lojeño por parte de los círculos poéticos granadinos del Barroco tardío, recientemente estudiados por Almudena Marín Cobos.

Manuscrito 4.126 de las Obras póstumas divinas y humanas de Cobaleda, «recogidas por Jerónimo de Olivares Villaverde, vecino y natural de la dicha ciudad de Loja». Son 232 folios. Este manuscrito estaba preparado para la impresión. Tiene aprobaciones, introducción y dedicatorias. Está encuadernado en pergamino y la letra es del siglo XVII y de una sola mano. El manuscrito incluye las siguientes composiciones:

Panegírico al Sr. Emperador Carlos V (Granada, 1680?, 103 octavas reales.
23 sonetos, 1 burlesco.
9 canciones
Octavas sobre rogativas en Granada
60 y pico romances, endechas, juguetes y cillancicos.
Liras para el certamen del Sacramento de Ronda
Comedia de la conversión de San Eutasquio, antes llamado Plácido. En verso, sin terminar.

1624. Se publican los Epitafios de poetas andaluces al Conde de Olivares (Sevilla, 1624). En él publica Cobaleda junto 34 poetas andaluces.
1661. En Academia que se celebró en Granada… Granda 1661 se recogen poemas sueltos de un tal José de Cobaleda.
1662. En Descripción de fiestas… (Granad, 1662) se recogen poemas sueltos de JdC.

BIBLIOGRAFÍA

Rafael del Rosal y Fernando Derqui. Noticiass historicas de la ciudad de Loja. Granada 1957.
Antonio gallego Morell. Francisco y Juan Trillo de Figueroa. Granada, 1950, p. 21 y 44
Juan Pérez de Guzmán. Cancionero de la Rosa, tomo I, Madrid, 1891-92, pp. 363-366
Francisco Serrano Castilla: José de Cobaleda y Aguilar: ensayo sobre un poeta inédito del barroco español. Santiago, Tipografía Seminario, 1963 – 48 páginas. Este oscuro crítico desempeñó durante el régimen franquista las funciones de delegado provincial del Ministerio de Información y Turismo, entre 1948 y 1967. Como tal, es decir, en calidad de censor cultural durante la dictadura, destacó —de modo negativo— en La Coruña, antes de ser transferido a Oviedo, a partir de 1967 (Fernández, 2005).
Roland Béhar: «El panegírico en el Siglo de Oro: nuevas investigaciones. Sobre un elogio imperial tardío: José de Cobaleda y Aguilar y el Panegírico a Carlos V». Criticón. 132 | 2018, p. 155-173
José Simón Días.
Bartolomé José Gallardo.
Julio Cejador y Frauca.
Enciclopedia
Osuna, Inmaculada, «Recepción y creación poética: el ms. 90-V1-9 de la Fundación Bartolomé March y la poesía en Granada a finales del siglo xvii», Criticón, 103-104, 2008, pp. 93-117.
Osuna, Inmaculada, «Martín de Angulo y Pulgar y la imitación gongorina: notas sobre una relación de las fiestas de Loja en desagravio de la Virgen (1640)», en Compostella Aurea. Actas del VIII Congreso de la AISO, Santiago de Compostela, Universidad de Santiago de Compostela, t. I, 2011, pp. 365-373.
Pariente, Ángel, «Góngora y la poesía culterana», En torno a Góngora, Madrid, Ediciones Júcar, 1987, pp. 309-328, reed. en Caligrama: revista insular de Filología, 2, 1987, pp. 97-110.

  1. Juan Pérez de Guzmán dice: «D. José de Cobaleda y Aguilar nació en Loja, de donde en la edad madura fue Regidor perpetuo por derechos de la cuna, en los primeros anos del siglo XVII». [1. Francisco Serrano, al reproducir estq cita pone entre paréntesis la fecha: 1604?